“El viento traía el sonido del invierno que se aproximaba, tal vez debido a la casa misma, tal vez debido a algo que había en el viejo Eguchi.”
Made me think of this quote by Kenzaburo: “La experiencia me ha enseñado a creer en el vínculo oculto entre el cambio de las estaciones, o sea el ciclo del universo, y acontecimientos que se producen en lo profundo de nuestros cuerpos”
“Tenía un sueño liviano, con tendencia a las pesadillas”
“Durante sus sesenta y siete años el viejo Eguchi había pasado noches desagradables con mujeres. De hecho, esas noches eran las más difíciles de olvidar. Lo desagradable no tenía nada que ver con el aspecto de las mujeres, sino con sus tragedias, sus vidas arruinadas”
“Ignoraba qué habría hecho si por casualidad la muchacha hubiera abierto los ojos, pero lo más probable era que la tentativa hubiera sido dictada por el afecto.”
¿Qué uso de “afecto” es este, y qué relación guarda con el que le doy yo?
Mi concepto de affection line, posiblemente inspirado en alguna charla sobre relaciones abiertas o en algún texto feminista, imposible saber si de Luna Miguel o de Virginia Woolf, venía a clarificar y a identificar mi sentimiento de cariño de una forma más pura, menos maniatada al romance patriarcal y carcelario del que habla para mí amor o enamoramiento. Pero como a mí y a mi amor mismo, lo complejo y dinámico del espacio le ha pasado por encima, y lo ha dejado hecho una malgama de amistad, cariño, romance, posesión, responsabilidad, deuda, respeto…
Se esbozan mis líneas afectivas en las direcciones en las que pienso; todas en las que soy.
“De esta noche extraña, como de todas las otras noches, se despertaría con vida por la mañana”
“Rebosaba una sensualidad que hacía posible que su cuerpo conversara en silencio, pero probablemente porque él no estaba acostumbrado del todo al secreto de la casa, el deseo de oír su voz aunque fuera en pequeños fragmentos mientras dormía persistía en Eguchi. Se preguntó qué podía decir, dónde podía tocar, para obtener una respuesta”
Ecos lejanos de parasocial relationships
“¿Qué era lo peor que un hombre podía hacer a una mujer? Las aventuras con la mujer de Kobe y la prostituta de catorce años, por ejemplo, no eran más que un momento en una larga vida, y se desvanecían en un instante. Casarse, criar a sus hijas, todas esas cosas, en la superficie, eran buenas; pero haber controlado sus vidas, haber deformado sus naturalezas, todas esas cosas podían ser malas. Tal vez, engañado por la costumbre y el orden, nuestro sentido del mal se atrofiaba”
“Pero entre ellos debía de haber algunos que habían prosperado practicando el mal y que conservaban sus ganancias con reiteradas malas acciones. No serían hombres en paz con ellos mismos. Estarían entre los derrotados, o más bien entre las víctimas del terror”
“Era el cuerpo de mujer lo que arrastraba al hombre a los círculos inferiores del infierno”
Entiendo que en decir esto se habla realmente de deseo y frustración, de la distancia insalvable entre lo que se espera e inventa y lo que acaba dando la vida
El cuerpo de mujer (del otro) como catalizador último de tal distancia insalvable
Aún entendiendo la obra de Kawabata como la superación estética de la literatura clásica japonesa, esto libro se me hace un ejercicio literario profundamente japonés, más purista en forma y objeto que las prosas de Yukio y Kenzaburo.
La cosificación total del cuerpo de mujer aquí se puede leer como un meta comentario sobre el rol de lo femenino en este espacio literario.
Profundizar sobre el rol femenino en la literatura japonesa de posguerra, y de su superación